Flecha y carne; falo y rayo.
Medea Valdebenito


 

0.0

Casi ahogada en la oscuridad, la antorcha bate su luz naranja y permite la sombra; nariz y boca y belfo y barbilla se encuadran y contienen tres veces. De tener ojo, éste se iluminaría también en toda su muscular contracción... aparece la cueva, los abismos rocosos, la bilis amarillo/naranja de la tierra, el agua. Ni lo que se vino a buscar importa: la cueva significa todo y en ella se contiene de pronto todo cuanto hay y cuanto habrá. Y la cueva se estrecha, se ensancha, desaparece y colapsa cada 18 frames.   

0.00

Nacer en el cubo es nacer sin Edipo; sin la reducción representacional, sin padre ni madre a los que apuñalar/obedecer/discurrir/superar en su fantasía neurótica. En la partida singleplayer, Mojang permite nacer del propio deseo de nacer. Nazco en ausencia de infancia, con los límites del cuerpo cúbico (encuadrado) definidos; sin cuerpo, levitando pegado a tres ejes, tendiendo al valor negativo de Y, para que el padecimiento sea infinito, tendiendo a la aniquilación perpetua (miles de veces morir y miles de veces apareceré del propio linaje; dándome el tiempo adecuado, edipizaría yo mismo mi representación ahistórica digital ⇉ cumpliría mi propia fantasía neurotizante).  

0.000

El deseo es el deseo de la cueva y del belfo; de aquello que aún no configura objeto... La estrategia es contenerse en la cueva y explotar el fin de los agentes destructivos y morir cuanto se tenga que morir buscando la explosión, buscando la singularidad que permita desbaratar el suelo y subir al vacío que subyace a la piedra elemental. Acelero, como puedo, hasta volverme pura máquina; tensión y estría rajando todo... Acelerar para desestabilizar el Edipo autoneurotizante mientras no se tenga cuerpo (órganos).  



 

INGRESALAPALABRA